jueves, 21 de junio de 2012

Caza Del Tesoro.

Como Hacer Una Pintura Abstracta.







Recursos.


Pintores de El Salvador.

Mauricio Jiménez Larios.




nace en San Salvador, El Salvador, en 1949. Realiza estudios artísticos en dicha Ciudad en la escuela que dirige Benjamín Saúl y Serafín de Cos (UQUXKAH), ambos españoles, que emigraron a Centroamérica en los años sesenta y que desarrollaron allí una importante y amplia labor artística.
De 1969 a 1972 es profesor en el Centro Nacional de Artes y en los cursos de Extensión Cultural de la Universidad de El Salvador.
En 1973 se traslada a España para incrementar su formación, relacionándose estrechamente con creadores e instituciones del arte actual. Trabaja en la construcción del monumento al Descubrimiento de América en la Plaza de Colón de Madrid, bajo la dirección de Joaquín Vaquero Turcios.
En 1981 es creador y organizador de la Escuela de Artes Plásticas de Santa Fé en Granada, colabora con el Ayuntamiento y con la Diputación de Granada siendo Comisario para la organización de la exposición del “Libro de la Fundación de Santa-Fe, Siglo XV”, y en otras actividades culturales.
De 1983 a 1987 es director de la Sala Juan de Villanueva del Ayuntamiento de Aranjuez, profesor en los talleres municipales de Artes Plásticas y organizador del Taller de Creatividad de dicha Sala.
En 1995 es director artístico de la Exposición de Artesanía en el Mercado Puerta de Toledo de Madrid, organizada por el Ministerio de Asuntos Sociales, en la campaña: “Somos iguales, somos diferentes”.
Ha realizado diversas exposiciones tanto individuales como colectivas en Centroamérica, México, España y otros países de Europa.
Obras suyas escultóricas y de pintura mural, se encuentran entre otros lugares, en el Colegio mayor Ntra. Sra. de Guadalupe y San Juan Evangelista de la Ciudad Universitaria de Madrid, Palos de la Frontera (Huelva), en la Estación Terrena de Izalco de El Salvador, monumento a Cristóbal Colón en Santa-Fé en Granada, monumento a Joaquín Rodrigo en Aranjuez, autor de la escultura galardón flamenco “Calle de Alcalá”, Premio de Turismo “Ciudad de Aranjuez”, Premio de la Facultad de Ciencias Universidad de Jaén, etc.
Ha colaborado con entidades locales de las Comarcas de Sierra Mágina y El Condado en la provincia de Jaén, en el programa de señalización de rutas y servicios turísticos de dicha zona, mediante la realización de murales cerámicos.
Actualmente reside en Úbeda (Jaén), donde desarrolla su actividad artística y docente.



Pintores de El Salvador.

Biografía de Roberto Galicia.


(Ahuachapán, 22 de diciembre de 1945) es un pintor salvadoreño. Ha fungido en los cargos de director del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, y director ejecutivo del Museo de Arte de El Salvador.
Comenzó sus estudios de dibujo y pintura el año 1955 en su ciudad natal Ahuachapán, así como en Santa Ana. También pasó por la escuela de Arquitectura de la Universidad de El Salvador. Cuenta como su mentor al artista Carlos Cañas quien le guio en las diversas expresiones del arte, para mejorar su formación.
Ha estado presente en numerosas exposiciones a nivel nacional como internacional, y ha recibido reconocimientos como la Orden de las Artes y las Letras de Francia; y el título de Hijo meritísimo de Ahuachapán.
De acuerdo al pintor dominicano Fernando Ureña Rib:
«Roberto Galicia es uno de los pilares del arte salvadoreño de hoy. Como pintor, cultiva el tratamiento afinado de las superficies, rugosas, dobladas, alisadas o desgarradas por la erosión o la pátina del tiempo. Se trata de pliegos, iluminados generalmente sobre fondos oscuros, estropeados por el uso, salpicados, o cuidadosamente dispuestos sobre un cordel.»







Roberto Galicia ha estado envuelto desde siempre en el vórtice de la acción cultural que genera su pueblo, El Salvador. Ahora es el director del Museo de Arte de El Salvador, MARTE, una institución joven y de gran dinamismo que ha insuflado a San Salvador aires de gran capital centroamericana.
Pero aparte de esa labor intensa de educación y de divulgación, Roberto Galicia es uno de los pilares del arte salvadoreño de hoy. Como pintor, cultiva el tratamiento afinado de las superficies, rugosas, dobladas, alisadas o desgarradas por la erosión o la pátina del tiempo. Se trata de pliegos, iluminados generalmente sobre fondos oscuros, estropeados por el uso, salpicados, o cuidadosamente dispuestos sobre un cordel.
Su trabajo se deleita en recorrer los caminos entre abstracción y figuración, entre tradición y modernidad, aseverando con su obra que el arte es atemporal, eterno.

Pintores de El Salvador.

Biografía de Julia Diaz.


(Cojutepeque, 23 de mayo de 1917 - San Salvador, 22 de octubre de 1999) fue una pintora y fundadora de la primera galería de arte en El Salvador.
Fue alumna de Valero Lecha, pintor español radicado en El Salvador, y obtuvo una beca para realizar estudios en Europa, adonde recorrió Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. Retornó a su país en el año 1953 y para 1954, desatendiendo el entorno desfavorable para la creación artística, fundó su propio estudio pictórico que se convertiría en centro de artistas e intelectuales, mientras ella pasaría a convertirse en una conocida promotora del arte.
Dicho estudio se transformó en la primera galería de arte salvadoreña en el año 1958 con el nombre de Galería Forma, ubicada en la calle Rubén Darío de San Salvador. Sin embargo, debido a un sismo del año 1965 el inmueble quedó destruido por lo que debió trasladarse a la colonia Providencia.
En 1982, Díaz, junto a varios admiradores de su obra, dieron nacimiento a la «Fundación Julia Díaz», ente dedicado a la promoción de las artes. Para el 1 de marzo de 1983 se inauguró el Museo Forma, el primero de su clase en El Salvador, que contenía su colección privada de pinturas de autores nacionales, la más importante del país. Nuevamente el proyecto de la pintora quedaría truncado por otro sismo, esta vez con el terremoto de 1986, por lo que la colección pasó a manos del Patronato Pro Patrimonio Cultural en las cercanías del Monumento al Divino Salvador del Mundo.
Julia Díaz pasó los últimos años de su vida aquejada por enfermedades, casi ciega, confinada a una silla de ruedas, y envuelta en pleitos patrimoniales. Falleció el año 1999. Sin embargo, el 2008 la fundación reabrió las puertas el Museo Forma en el mismo local del Patronato.
En vida la artista recibió una mención honorífica en la VI Bienal del Museo de Arte Moderno de São Paulo (1961), y sus lienzos, de acuerdo a Bernardo Cevallos: «tratan sobre la maternidad, niños de escasos recursos algunos con rostros macabros, sobre todo los que pintó durante la década de los ochenta».



A Lavar.

A Lavar" (1941) Sus pinturas de los años cuarenta muestran la influencia del maestro Valero Lecha sobre sus alumnos de la cual Julia Día, Noé Canjura y Raul Ela Reyes son contaemporáneos y sus cuadros muestran casi la misma temática en los cuadros realizados por estos artistas en los años cuarentas.

Julia Díaz pinta este retrato tradicional naturalista exaltando la estirpe campesina salvadoreña que recién salía de la peor matanza de indígenas y campesinos en 1932 por el dictador Martínez y la derecha terrateniente criolla.

Maternidad.



Maternidad” Su vida estuvo cimbrada de polémica y enfermedades. Siempre fue soltera, sin hijos, y su orientación sexual maculó su vida privada, sin embargo, y excepcionalmente, en sus temas siempre reflejó la maternidad, la ternura, y la sensibilidad del niño salvadoreño, dándole fuerte expresión al contenido de la maternidad.

Con sobrios colores y superficies llanas, sus obras reflejan muchas facetas, como la angustia de los pobres, el suplicio infantil, la maternidad, etc., todo esto usando simples pinceladas o con embrollos abstractos.

miércoles, 20 de junio de 2012

Pintores de El Salvador.

Biografía de Antonio Bonilla.


(San Salvador, n. 1954) es un pintor y muralista salvadoreño. Realizó estudios de Arquitectura en la Universidad de El Salvador, los cuales dejó inacabados para dedicarse a la pintura. Participó en las actividades de la comunidad artística La Masacuata, y también perteneció al grupo formado por Napoleón López, Ricardo Ramírez y Edmundo Valencia.
Su obra es ubicada dentro de las corrientes del expresionismo y surrealismo, con influencias del arte precolombino. Bonilla recurre de manera constante a la sátira, y se dice que sus creaciones producen «por primera vez en la historia del arte pictórico salvadoreño, un toque de irreverencia en su estilo, dentro del cual se refleja abiertamente una serie de tabúes, prejuicios y falsas moralidades que significan una burla al verdadero “salvadoreñismo”». De hecho, el año 1984 presentó una exposición en el Centro Cultural Tlaolli el cual marcó un «punto de ruptura en la pintura salvadoreña ya que fue valiente y agresiva, con aguda crítica social llena de humor y burla».
Su formación es autodidacta, y hay quienes le apodan «el maestro del “feísmo” en El Salvador». Dos murales de su autoría se encuentran en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán, denominado 200 años de lucha por la emancipación en El Salvador (2011); y el otro en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones, con el título Alegoría de la guerra civil y los Acuerdos de Paz (2012). Ambas creaciones se produjeron en el marco de la celebración del Bicentenario del Primer Grito de Independencia de Centroamérica y el veinte aniversario de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, respectivamente




El mural fue hecho por el pintor salvadoreño Antonio Bonilla, en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO).
El Presidente de la República, Mauricio Funes, develó en CIFCO un mural alegórico al vigésimo aniversario de los Acuerdos de Paz elaborado por el destacado pintor salvadoreño Antonio Bonilla.
“Esta obra representa un particular punto de vista y abordaje de aquel arduo y difícil proceso que el país vivió durante todo el conflicto armado y, luego, para alcanzar y sellar la paz”, expresó el mandatario en el acto de develación del mural denominando “Alegoría de la guerra civil y los Acuerdos de Paz”.
También destacó que el mural recoge “décadas de sufrimiento de las familias, de los trabajadores, estudiantes, profesionales, intelectuales, artistas, en fin, de todo el pueblo, que por años padeció muerte, violencia y dolor”. Agregó que también recoge todos los sentimientos de fe, esperanza y voluntad de un El Salvador que anhelaba la paz y que luchó por ella.
Dicho mural develado por el mandatario, tiene 12 metros de largo y 15 de ancho, ha sido elaborado en una de las paredes exteriores del Pabellón Centroamericano en CIFCO.
Funes indicó que esta obra es “apenas un gesto hacia todos aquellos que perdieron familiares y amigos, durante esos 12 años de conflicto armado”, y un pequeño reconocimiento que remite al pedido de perdón que meses atrás, hiciera como Presidente de la República, a todas las víctimas de la guerra, a los familiares y víctimas de la masacre El Mozote, a los familiares de Monseñor Romero y los padres jesuitas.

Asimismo reiteró el pedido de perdón enunciado el pasado 16 de enero en la conmemoración del XX Aniversario de los Acuerdos de Paz y el compromiso asumido para contribuir a “la construcción de un país libre, esencialmente justo, equitativo, inclusivo”.

La Asamblea Legislativa evaluará declarar patrimonio de la nación a esta obra de Antonio Bonilla, que es “como uno de esos espejos en que debemos vernos constantemente”, destacó el jefe de Estado.

El Presidente Funes manifestó que Bonilla es “el gran cronista de nuestro tiempo y esas crónicas son de una belleza conmovedora”, y destacó que toda la obra de este pintor es “una permanente referencia a nuestra historia, a nuestra gente, a los hechos que nos han conmovido y a la historia cotidiana del pueblo”.

Añadió que los personajes de sus obras son expresión de la “maravillosa heterogeneidad” de la sociedad salvadoreña.